miércoles, 18 de enero de 2012

Heavenly Fangs: Chapter VI


-¡Dios mío!- dijo impresionado Ethan-tenemos que salir lo antes posible
-¿salir?, ¿estás loco?- reprochó Matt- ni loco me iré de aquí hasta encontrar alguna pista
-olvida las pistas…si seguimos tal vez no volveremos a salir, ¡ve toda esa sangre corriendo!- Ethan comenzaba a sentirse mal, algo mareado de ver tanta sangre junta-
-cálmate Ethan- dijo Matt acercándose a él, puso la lámpara en su bolsillo derecho del pantalón y con sus dos manos agarró la cabeza de Ethan- tienes que seguir conmigo- dio ligeros golpes en las mejillas de su compañero al ver que estaba totalmente mareado y con nauseas-  esto es algo sumamente extraño puede y seamos los únicos que resuelvan el caso de los asesinatos- los dos ya tenían el pantalón manchado de sangre hasta la rodilla, comenzaba a llegarles un olor a carne quemada que les hizo activar todos sus sentidos- vamos- lo jalo llevándolo hasta al parecer la salida del túnel, la luz que parecía un atardecer adentro comenzaba a deslumbrarlos mas y mas donde se quedaron atónitos al presenciar aquella escena, rápidamente Matt le tapó la boca a su compañero mientras los dos observaban…
Una inmensa pared de piedra, media por lo menos tres  metros y medio de altura y de ancho unos cinco metros, era una habitación algo circular, mal hecha y demasiado antigua, en esa pared se encontraban cuerpos pegados como a Dios lo habían puesto en la cruz, solo que en ellos, sus manos estaban juntas y atravesadas  por clavos de un tamaño considerado al de una manzana , los pies estaban en la misma posición, iguales a los de Dios, habían más de 30 cuerpos clavados  a la pared, tenían la cabeza agachada y estaban completamente desnudos y su piel totalmente quemada. Matt bajó la mirada y pudo notar como ese pequeño rio de sangre proveía de una especie de fuente que al parecer se había roto de algún lado por donde se estaba escapando aquel líquido rojo y viscoso, rápidamente Matt sacó su celular con el cual comenzó a tomar algunas fotos, acto siguiente, junto con su amigo salieron de ese espeluznante lugar.
***
   
-Por herencia familiar, se suponía que me quedaría con todo lo de mi hermano- dijo Taylor quien se encontraba sentado en una cómoda y elegante silla justo enfrente de Madeleine quien estaba tan ocupada revisando unos papeles en el antes escritorio de su esposo- pero ahora resulta que te lo dejó todo, sin  consultarlo con la familia- en ese instante Madeleine alzo la mirada dejando rápidamente lo que estaba haciendo-
-¿es un reproche a caso?-
-¡un reproche y más!- exclamó Taylor molesto- es increíble lo que hizo…
-no te preocupes Taylor, sé que odiabas a tu hermano, pero no pienso quitarte lo que tanto deseabas quitarle a él.
-¿de qué hablas?
-¿de qué hablo?- Madeleine se levantó dirigiéndose a donde él se encontraba algo sorprendido- sé cuanto lo odiaste, desde pequeños pensaste que él era un rival, pero eso es pasado y no me importa en lo absoluto, lo que en verdad me interesa es que ese odio me ayudará- caminaba despacio por detrás de él pasando ligeramente su mano derecha por sus hombros, sintiendo los nervios de Taylor al ver que ella sabía demasiado- tu familia es sumamente religiosa, por ser científicos y “ayudar a los más necesitados” cada año donando millones y yendo a África de vez en cuando, tienen una cercanía considerable con el vaticano, tienen unidas la ciencia con la religión, algo que es muy controversial, pero el dinero es dinero así que…
-¿Qué es lo que quieres?...
-¿crees en criaturas creadas a espaldas del señor todo poderoso?- Madeleine miró fijamente a Taylor, su mirada llena de miedo y misterio le atraía bastante, de repente los ojos de aquella mujer se tornaron negros, parecían dos huecos, sacó una risa divertida que dejaba mostrar esos filosos colmillos y de inmediato Taylor se asustó haciéndose para atrás intuitivamente cayendo bruscamente, en ese momento Madeleine lanzo la silla al otro extremo de la habitación con una sola mano y se acercó un poco más a él mientras que Taylor retrocedía conforme ella daba un paso más. -¿Qué eres?...
Sus ojos volvieron a la normalidad dejando esos colmillos a la vista- eso lo veras con el tiempo…te diré mejor que es lo que quiero…el por qué maté a tu hermano, pero no intentes escapar de mi…o terminaras igual que él…
***
-¿está segura que quiere verlo?- preguntó uno de los científicos que los acompañaba en el largo camino-
-totalmente segura- decía Emily aunque por dentro quería Salir corriendo después de lo que había visto.
-lo que no entiendo- dijo Eliot- es porque no muestran al mundo entero la realidad, las criaturas que tienen aquí escondidas… ¿Por qué no lo hacen?
-¿Qué pasa cuando se enteran de una guerra masiva en algún país?, se llenan de pánico al instante… ¿Qué pasaría si les dijéramos que hay criaturas a nuestro alrededor con algún tipo de poder malévolo?...el mundo jamás podría ser igual. Es imposible decirles que algunos mitos en realidad existen, que hay criaturas al parecer inmortales…
-¿criaturas inmortales?, ¿Cuáles son esas?
-usualmente son llamados chupasangre, en realidad, los libros  los llamaron Vampiros- Emily tragó saliva al escuchar semejante barbaridad según ella.
-están locos…esas cosas no existen…
-¿no existen?... ¿entonces que hace aquí queriendo ver a un hombre que aparentemente cayó del cielo y vivió sin problema alguno?...
-mejor entrenos- dijo otro científico que al instante abrió una enorme puerta de acero impenetrable con un código que insertó en la pantalla electrónica, al instante las luces se encendieron, un blanco que lastimaba la vista por unos segundos, a unos 20 pasos se encontraban con un enorme cubo enorme de cristal, Emily y Eliot se acercaron cuidadosamente al ver a un hombre de espaldas que se encontraba vestido con un pantalón azul marino, un cinturón y sin camisa ya que se encontraba conectado a diferentes aparatos, de repente volteo a verlos, con esos ojos totalmente blancos, sin pupilas al parecer-
-¿podrían dejarnos solos un momento?- preguntó Emily, los científicos se miraron entre sí por unos breves segundos dudando, pero al final accedieron y los dejaron.
-¿Por qué hiciste eso?- dijo molesto Eliot- no sabes lo que nos podría hacer.
-no les haría nada- dijo aquel hombre encerrado en el cubo- no he venido para herir a los humanos aunque piensen que soy una amenaza- Emily quedó atónita al ver que se dirigía hacia ellos como una persona normal, tardo unos segundo en reaccionar  y se acercó más hasta tocar con sus dos manos extendidas una de las paredes del cubo de cristal enorme- ¿Qué…que eres?
-¿me creerías si te lo mencionara Emily? -rápidamente ella sintió un escalofrió al saber que sabia su nombre-
-¿¡qué carajo…!?
 Aquel hombre se levantó quitándose al instante todos esos cables  con cierta flojera- pensé que tardarían en venir, pero ya que están aquí- alzó las manos a su derecha y al instante el vidrio se rompió en mil pedazos, él como si nada salió tranquilamente de ese cubo a pesar de que innumerables alarmas habían comenzado a sonar desesperadamente- tenemos que salir de aquí- y de repente detrás de él aparecieron unas enormes alas celestiales…



1 comentario:

  1. "criaturas creadas a espaldas del señor todo poderoso" me dan escalofríos el solo pensar en eso! =S no inventeees! entonces el angel los estaba esperando?! WTH!!!! atte Rosa

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